El contacto que ejerzo con las manos en mis clases registra,
y me informa sobre la estructura y el equilibrio, la anticipación, la agitación, el esfuerzo, la armonía, la coordinación y la tranquilidad. Es por tanto un contacto de escucha, de empatia y contraste sobre la no anticipación, donde profesor y alumno de manera dinámica dejan de hacer lo innecesario.
Contacto en la nieve Vall de Nuria 2009
Foto © N.GimenoContacto
transmisión- recepción
escucha
A través del contacto de mis manos, transfiero al alumno la experiencia de no hacer, de pararse y simuntaneamente sostener ese "no impedir" el flujo de energía en el que todos habitamos,
paralelamente la manos transmiten la experiencia de redirigir la energía necesaria para que el organismo recupere el reflejo antigravitatorio, es decir reconocer y generar la energía necesaria para ir hacia arriba. Movimiento esencial y preventivo para mantener óptimo el espacio disponible para generar la pulsión constante de vida y movimiento.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)